Electricidad

Las instalaciones de baja tensión son conjuntos de aparatos y circuitos asociados con el fin de producir, convertir, transformar, transmitir, distribuir o utilizar la energía eléctrica, con tensiones nominales iguales o inferiores a 1.000 voltios.
El sistema eléctrico de baja tensión está formado por paneles solares o generadores y baterías. Generalmente, la baja tensión eléctrica contribuye al ahorro energético y es mucho más segura. Además, este tipo de tensión circula a una velocidad más baja a través de los cables.
Un sistema de distribución eléctrica de baja tensión consta de dispositivos tales como tableros de distribución eléctrica, paneles de distribución, interruptores automáticos de caja moldeada, electroductos y conmutadores.
Los materiales más utilizados para los conductores son el cobre y el aluminio debido a los altos índices de conductividad que presentan y a su sencillo procesamiento.
Las instalaciones eléctricas de baja tensión incluyen una serie de componentes y sistemas diseñados para garantizar la distribución segura y eficiente de la electricidad:
- Cuadro eléctrico o de distribución: es el corazón de la instalación, pues desde este cuadro se distribuye la energía a diferentes circuitos dentro del edificio. En él se encuentran los interruptores automáticos, diferenciales y otros dispositivos de protección que aseguran que la instalación funcione correctamente y que se minimicen los riesgos de cortocircuitos o sobrecargas.
- Conductores eléctricos: son los cables que transportan la energía desde el cuadro eléctrico hasta los diferentes puntos de consumo, como enchufes, bombillas y electrodomésticos. Además, deben estar dimensionados adecuadamente para soportar la carga eléctrica prevista y estar correctamente aislados para evitar riesgos de contacto eléctrico.
- Tomas de corriente y puntos de luz: son los elementos finales de la instalación, donde los usuarios conectan los aparatos eléctricos y dispositivos de iluminación. Estos puntos deben estar distribuidos de manera estratégica para facilitar el acceso a la energía en todas las áreas de la edificación.
- Tierra física: es un sistema de protección que conecta la instalación eléctrica con la tierra. Su función es desviar cualquier corriente eléctrica que pudiera ser peligrosa hacia el suelo, evitando así accidentes como descargas eléctricas.
- Protecciones eléctricas: como interruptores automáticos, interruptores diferenciales y fusibles. Son fundamentales para proteger tanto la instalación como a las personas de posibles fallos eléctricos, como cortocircuitos, sobrecargas y fugas de corriente.