Nos referimos al tratamiento del aire en este apartado, a la renovación y filtrado del mismo. Esto es especialmente importante en lugares de pública concurrencia tal y como lo establece la ley vigente.

Cuando creamos la mencionada renovación (aportar aire fresco del exterior hacia el ambiente interior y extraer del interior aire tratado hacia el exterior), como daño colateral, perdemos energía. Con el objeto de aprovechar esa energía despreciada, se han diseñado unas unidades de intercambio de calor llamados Recuperadores Entálpicos.

El principio de funcionamiento de los recuperadores entálpicos es mediante una estructura cruzada que permite el intercambio de calor. En este intercambio que se produce se roba energía del aire que extraemos para calentar o enfriar el aire fresco. Un diafragma separa completamente el suministro de aire inducido respecto el aire de salida, con lo que se garantiza que únicamente se introduce aire fresco en el entorno interior. Estos recuperadores pueden reducir en un 30% los costes iniciales de calentamiento o enfriamiento.